martes, 13 de abril de 2010

Casa limpia

Es una joda limpiar la casa. Más bien es una joda estar limpiándola: Jode mientras lo haces; cuando ya está hecho, es increíble, relajante, satisfactorio tener una casa limpia (la sensación dura poco, cuando recuerdas que vas a tener que hacerlo de nuevo al día siguiente).

Odio barrer, aspirar (en realidad, aspirar no es tan malo: Mi aspiradora tiene la cubierta transparente, así que es chévere ver toda la pelusa y suciedad acumulándose dentro; ciencia!), pero sobretodo odio lavar los platos; sólo me calma pensar que no tengo que secarlos.

No sé si sea porque crecí con alguien siempre haciéndolo por mí, pero limpiar la casa me jode como pocas cosas. Espero acostumbrarme pronto.

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