lunes, 19 de enero de 2009

Obama: Anticristo Superstar

(Sobre el post anterior) Me acordé de Stevie Wonder ahora, porque lo vi en el concierto 'We Are One', en homenaje o celebración a Obama, antes de su juramentación como presidente gringo. Usher, Shakira, U2, Bruce Spingsteen y Stevie Wonder... no sé si hubo más gente, pero son los que encontré en YouTube. De hecho que un super show. ¡Qué ganas de estar allá y ver juramentar al Anticristo!

No puedo dejar de ver semejanzas entre el sorpredente ascenso de Obama al poder y lo que he leído siempre sobre el otro personaje base de la fé católica (además de X, claro... el que tenga entendimiento interprete la letra, porque es letra de un hombre... ja). Suena ridículo, pero no dejo de sentir una sospecha natural hacia este patita. Desde cojudeces como su nacimiento en una isla, su mezcla racial y su nombre musulmán, hasta su elocuencia y la espeluznante obamanía que se ha formado desde su postulación a la presidencia... es demasiado. Es más que una estrella de rock o de cine. Rompe récords de audiencia en sus discursos o rallies; los medios de comunicación mundiales lo adoran y apoyan cada mensaje que da; ahora apuestan por una cobertura sin precedentes de su nombramiento como presidente gringo. Finalmente, la coyuntura de mierda actual es la oportunidad perfecta para que él brille como el salvador de la humanidad. Y es esto exactamente lo que lo hace sospechoso... la gran promesa que representa para la humanidad. ¿No se supone que así vendría el Anticristo? ¿Seduciendo con sus promesas? ¡Carajo, en su último discurso, el de hoy, no pude dejar de ver a Damien Thorne! Tan elocuente, tan seguro de sí mismo, con todas esas miles de almas adorándolo, aún sin haber demostrado ningún mérito. Como senador era relativamente nuevo y no logró nada trascendente. Todo lo que tiene es la promesa de cambio; pero ¿cambio a qué?

Sobre lo de Demien Thorne: Completamente de acuerdo en que mi paranoia es alentada en parte por las películas. Sí. Pero, ¿es que nadie más ha pensado lo mismo que yo? Bueno, de hecho que sí: Googleando Obama+Anticristo resulta en 292,000 coincidencias y con Antichrist, 1'040,000. Sólo que los sites que leí divagan en cojudeces numéricas con su nombre para que salga 666; yo también puedo hacerlo con el nombre mi perro Nico. En fin... ya son más de la 01:00 y en unas horas empieza mi lunes en la oficina. Si Obama es el Anticristo, tal vez no sea tan malo. Después de todo, el Anticristo, así como el Diablo, Satanás, Belzébú, Belial, Luzbel o Tongo, es solo el último símbolo de rebeldía; de cambio ante el establecimiento vigente, que en la religión católica (su máxima expresión a lo largo de la historia) no tiene otra que representarlo como malvado. Obvio: ¡Todos contra el Anticristo... que trae el cambio y nos quita el poder!

No sé cómo terminar esto. Sólo deseo un cambio para bien en el mundo. Si Obama no lo trae, estamos todos los demás para lograrlo.

Higher Ground

¿La de Stevie Wonder o la de los Chilli Peppers? Difícil. Ni siquiera sabía que la versión de los Peppers era un cover, sino hasta hace unos años. Yo crecí con esa versión; con las muecas de Frusciante y Flea en el video y sobretodo con la flaca estilo go-go contorneándose. ¡Esa misma! Luego, no sé cómo así, me topé con la versión de Stevie Wonder y dije 'Ok... chévere'. Me metí más a escucharlo; ir más allá del tela 'I just called... to say...' (nota a Oxígeno y a Zeta: ¡Hubo más música en los 80s que las cinco putas canciones que repiten todo el día!). Encontré más de lo que había esperado. Música alegre, simple de escuchar y plena para cada estado de ánimo y momento. Pero los Chilli Peppers tienen la flaca.

domingo, 4 de enero de 2009

1,000 cosas que odio

A propósito del tema de hoy en 3G, una larga lista de desahogo y reflexión.

1.- La gente de mierda que bota basura a la calle. (Realmente quise decir 'gente que no tiene la menor consideración por los derechos del otro, convirtiendo al país en su chiquero personal', pero 'gente de mierda' era más corto) Me siento bien por haber empezado esta lista con algo que siempre me ha alterado ver y hecho darme cuenta de que no vendría nada mal un segundo diluvio. Ok, dejando la emotividad inicial, me doy cuenta de que no puedo juzgar a una persona por un solo acto; o sea, no puedo decir que alguien sea 'gente de mierda' sólo por haberlo visto una vez botando un papel a la calle; esto regla la aplico a todo. Pero, salvo que se trate de un caso aislado en el que el papel haya contenido evidencia de una sacadaza de vuelta, o el mensaje 'Si no botas este papel en los próximos dos segundos, te vamos a quemar', creo que sí hay algo estructuralmente mal con una persona que actúa así. Como dije, se trata de una falta completa de consideración por los derechos del otro, de un 'me llega al pincho este país y quiero que todo se joda'. O sea, una desatención total a una norma básica de civismo y educación. Es curioso, sin embargo, que sea un acto que supera cualquier nivel socieconómico, porque lo he visto tanto en el chofer de combi 'Puente Piedra - Zapallal - Hospital del Niño', como en el economista de la Pacífico que trabaja como consultor en San Isidro. Lo más impactante es cuando se trata de gente que uno conoce y con la que creía compartir muchas costumbres y valores. Después de algo así, la sensación es abrumadora.

Botar los puchos al suelo... mmm... ok.